28/05/2015
Este 31 de mayo de 2015 la Organización Mundial de la Salud (OMS) exhorta a todos los países a colaborar para poner fin al contrabando de tabaco en el mundo. En respuesta a esta amenaza global, la comunidad internacional negoció y adoptó en noviembre de 2012 un Protocolo para la eliminación del comercio ilícito de productos de tabaco, el primero del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco.
El Día Mundial Sin Tabaco de la OMS se ha dedicado este 2015 a la lucha contra el comercio ilícito de tabaco
¿Qué se puede hacer para erradicar el problema?
El comercio ilícito de productos de tabaco es un importante motivo de inquietud a escala mundial, especialmente en lo que se refiere a pérdidas fiscales, aumento de la criminalidad y riesgos para los consumidores que se acercan a un tabaco que no pasa el control de las administraciones. Pero, ¿qué pueden hacer las autoridades, las comunidades y la industria para erradicar esta importante lacra?
El grupo Imperial Tobacco, al que pertenece Altadis, lleva unos 300 millones de dólares invertidos a lo largo de dos décadas para combatir el comercio ilícito de tabaco en todo el mundo. Con el firme propósito de garantizar la integridad de la cadena de producción, Imperial Tobacco sólo hace negocios con partners reputados, utiliza recursos para controlar dónde terminan sus productos y sólo satisface demandas legítimas de producto, según la legislación de cada país.
Además, Imperial Tobacco comparte estrategias, información y recursos con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado para ayudar a combatir a las mafias del contrabando de tabaco. Por otro lado, Imperial Tobacco pone especial énfasis en desarrollar campañas de concienciación social y establecer acuerdos con distribuidores y proveedores legales, administraciones locales y asociaciones de consumidores.
Ahora bien, ¿qué pueden hacer administraciones y gobiernos frente al contrabando de tabaco? Según la compañía, uno de los remedios es controlar la subida desproporcionada de los impuestos especiales con el objetivo de evitar fuertes incrementos de precio que puedan alejar a los consumidores del mercado legal. Los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado también han de disponer de recursos suficientes para combatir el comercio ilícito. Además, las sanciones han de endurecerse y ser verdaderamente disuasorias para los criminales. Asimismo, una fuerte y estrecha colaboración entre la industria y las autoridades, así como una rigurosa información a los ciudadanos sobre los peligros del tabaco que no pasa controles y de sus efectos en las economías locales, ayudarán a erradicar progresivamente la lacra del comercio ilícito de tabaco.
Y los consumidores, ¿qué pueden aportar en la lucha frente a esta lacra? No comprar fuera de los canales de venta legales (estancos y máquinas expendedoras autorizadas), no consumir tabaco que se vende a precios sospechosamente bajos e informar a las autoridades de cualquier sospecha de actividad ilegal, deberán ser algunos de sus compromisos. Al mismo tiempo, las administraciones locales pueden ayudar a dar a conocer los terribles efectos que el contrabando de tabaco tiene para las economías de su comunidad y los ciudadanos.