16/06/2016
Recientemente, ha tenido lugar un Desayuno de Redacción en la hemeroteca del Diario de Cádiz para abordar la situación del comercio ilícito de tabaco, encuentro que contó con la presencia de representantes de distintas áreas implicadas en la lucha frente al contrabando.
Durante esta reunión, los asistentes coincidieron en que los ‘sobrestock’ de Gibraltar o Andorra y el auge del tráfico ilegal de hoja de tabaco y picadura son los principales retos a los que se enfrenta ahora mismo el sector y los cuerpos de seguridad del Estado.
Rocío Ingelmo, Directora de Asuntos Corporativos de Altadis, expuso una situación paradójica: “Son los propios fabricantes los que sobreabastecen lugares en los que se sabe que no existe una venta de esa magnitud. Hablamos de Canarias, Andorra y, sobre todo, Gibraltar. Ese tabaco es el que luego entra en España sin pagar los impuestos. Es necesario un compromiso de los fabricantes para abandonar esta práctica, un compromiso que en teoría existe, pero que sobre el papel se ve que no es así”.
Por su parte, Juan Moreno, presidente de la Unión de Consumidores de Andalucía, abogó por la concienciación y recordó que la venta de tabaco sin control es un problema grave, ya que la ausencia de límites “facilita el acceso de este producto a los menores” y propuso un gran pacto social para atajar el problema.
En referencia al aumento del contrabando de hoja de tabaco y picadura, los participantes señalaron que su tráfico crece de manera exponencial y se vende sin ningún control en internet. Salvador Vera, vicepresidente de los estanqueros de Cádiz expuso: “Lo que se vende son desechos de los productores que carecen de cualquier trazabilidad. Es decir, lo que se vende es tabaco de mala calidad”.
La Guardia Civil y la Agencia Tributaria, anquen reconocen que la batalla contra este producto es muy complicada pues su contrabando recurre en gran medida a internet, en los últimos meses se han conseguido notables éxitos en este sentido. Ignacio Martínez, delegado de la Agencia Tributaria de Cádiz, se mostró ‘moderadamente optimista’. Desde su punto de vista, la principal batalla que hay que librar es la de la concienciación social para que se perciba el contrabando como lo que es, un delito peligroso.
Por otro lado, el teniente coronel de la Guardia Civil, Ramón María Clemente, explicó que “no es sencillo que un juez te dé autorización para entrar en una casa donde se sospecha que hay tabaco. Un domicilio es inviolable y el contrabando de tabaco no acaba de verse como un delito grave”. Ante esta situación, Ignacio Millán, director de la asesoría jurídica de Altadis, compartía con todos los ponentes su desconcierto ante el desentendimiento de los responsables de Sanidad de las administraciones: “cómo es posible esa pasividad ante un fenómeno que hace que un tercio de los andaluces estén consumiendo un producto que carece de control alguno”.