No Contrabando

14/04/2015

"El contrabando de tabaco es una lacra que afecta a toda la sociedad". Entrevista a Rocío Ingelmo, directora de Asuntos Corporativos y Legales de Altadis

¿Cuáles son las causas de la existencia del contrabando de tabaco?

“Hay varias causas. Por un lado, existe un elevado desconocimiento entre la población de cuáles son los canales legales para la venta de tabaco. Poca gente es consciente realmente de que los únicos lugares en los que se puede comprar tabaco oficialmente son los estancos y las máquinas automáticas autorizadas. Creemos que este desconocimiento, junto a la crisis económica y la elevada fiscalidad del tabaco, son las razones que han provocado durante los últimos años una preocupante reaparición del comercio ilícito de tabaco, que actualmente se sitúa ligeramente por encima del 11% de las ventas.

A esto se une la permisibilidad social que existe al no considerar la sociedad tan perjudicial que haya personas que se dediquen al contrabando de tabaco, y que hayan hecho de esta práctica, su modo de vida. El contrabando de tabaco es una lacra que afecta a toda la sociedad y mientras ésta no lo asuma así, será muy difícil erradicar el problema”.

¿A quién perjudica especialmente?

“La compra de tabaco de contrabando nos perjudica a todos. En primer lugar, afecta a la Hacienda Pública y en definitiva a la sociedad, derivado de la fuerte pérdida recaudatoria que supone no sólo para el Estado sino también para las distintas Comunidades Autónomas, ya que no debe olvidarse que la recaudación en materia de Impuestos Especiales sobre las labores del tabaco está cedida en su 58% a las Comunidades Autónomas. Perjudica también a nuestro sector, al traducirse en pérdidas para la industria del tabaco, cierre de establecimientos y en consecuencia, aumento del desempleo. Y perjudica también y de manera alarmante, a los menores, ya que toda la regulación existente para impedir el acceso al tabaco por parte de los menores de edad, no se aplica en los lugares donde se vende tabaco de contrabando”.

¿Qué papel juegan ante este problema las empresas tabaqueras?

“Es relevante señalar que las grandes compañías tabaqueras tenemos suscritos acuerdos de cooperación con la Unión Europea a través de la Oficina de Lucha contra el Fraude (OLAF), por el que nos comprometemos a luchar activamente contra el comercio ilícito de tabaco. Estos acuerdos contemplan, entre otras medidas, la implementación por parte de las compañías de un sistema de localización y seguimiento de los productos y la aceptación del pago de multas si se incautan marcas de los firmantes en destinos diferentes a los que en teoría si dirigían, que pueden oscilar entre el 100% de los impuestos dejados de pagar a multiplicar varias veces el monto de estas cuantías.

En este sentido, sería muy interesante que las distintas Administraciones animasen a todos los fabricantes a someterse a este tipo de acuerdos, ya que de esta forma las compañías que ven el mercado ilícito como un mercado altamente rentable, perderían en parte este atractivo.

Un mayor control sobre las prácticas de distribución de algunos fabricantes que podrían incluso traducirse en la suspensión de las licencias de comercialización de sus marcas de tabaco en nuestro país, tendría además de efectos positivos, un claro rebote para toda la industria del tabaco, ya que no debe olvidarse que más de la mitad del contrabando sigue siendo atribuible a los grandes fabricantes y que la diligencia debida en el abastecimiento de la oferta en función de la demanda real de productos aplica para todos los actores del sector”.

¿Cómo incide la fiscalidad del tabaco en el contrabando?

“Es fundamental tener una estructura impositiva adecuada. Es decir una estructura impositiva que tratando de cumplir con las previsiones presupuestarias en materia de ingresos tributarios por la venta de tabaco, no aumente más su tributación. La experiencia de algunos años anteriores ya ha demostrado que los aumentos continuados de estos impuestos, no siempre se traducen en aumentos de la recaudación sino más bien todo lo contrario. Nadie duda hoy que el tabaco ha dejado de ser un bien de demanda inelástica, ya que el consumidor es sensible a las subidas de precios y el resultado, al final, es buscar otros productos sustitutivos como el tabaco de contrabando”.

¿Qué opinión le merece la existencia de tantos puntos de venta ilegal de tabaco en Andalucía?

“Pues lamentable. Otra forma de ayudar a reducir la oferta de tabaco ilegal sería una mayor aplicación y publicidad por parte de la Administración del establecimiento de sanciones como consecuencia del incumplimiento de la legislación que regula el mercado del tabaco. La propia normativa prevé el cierre preventivo de establecimientos. No se duda que no se haga en la actualidad, pero un aumento de este tipo de actuaciones por parte de las distintas autoridades estatales, regionales o locales haría menos atractivo, ante el riesgo de cierre del establecimiento, la venta de tabaco en los sitios no autorizados”.


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